Al final del post encontraréis el vídeo completo y algunas imágenes del acto.
El Club Tocqueville, en colaboración con la Fundación Conversación, organizó el 20 de febrero de 2020 un coloquio entre el catedrático de sociología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la American Academy of Arts and Sciences Víctor Pérez-Díaz y el profesor titular de ciencia política de la Universidad de Barcelona Jaume Magre, participante en la ponencia sobre la reforma electoral catalana en el año 2007.
El coloquio, que llevaba por título “Radiografía sociológica y demoscópica de la sociedad catalana”, se celebró en el salón de actos del Col•legi de Periodistes de Catalunya, con la asistencia de unas 90 personas. La sesión fue moderada por Josep Maria Castellà, catedrático de derecho constitucional de la Universidad de Barcelona y presidente del Club.
El acto lo inició el profesor Magre, ofreciendo análisis cuantitativos de la sociedad catalana. Si a principios de los años noventa la mitad de los catalanes desconfiaba de sus dirigentes, en la actualidad la cifra ronda el 80%. Esta situación de desafección masiva ha generado una respuesta populista que, en Cataluña, al menos en parte, se ha concretado en el “procés” independentista. Probablemente también haya influido la crisis económica que se gesta a partir de 2008, así como la percepción de que Cataluña no estaba desarrollándose el mismo ritmo que Madrid y Valencia. Magre también destacó el carácter coyuntural del secesionismo, ya que más de la mitad de los votantes separatistas lo son desde hace únicamente una década. Ahora bien, el sentimiento de pertenencia entre catalanes sí ha variado. Tras el “procés”, el porcentaje de los que se sienten exclusivamente catalanes ha aumentado. La creciente distancia emocional con el resto de España no parece un hecho coyuntural, sino que obedece a razones de mayor calado y, por tanto, más resistentes. Finalmente, aunque se detecta que el apoyo a la independencia ha disminuido ligeramente, la movilización del votante independentista sigue siendo muy elevada. Por el contrario, una parte del votante constitucionalista, que ya no percibe un riesgo inminente, volverá a la abstención. Ello puede provocar que por primera vez y paradójicamente (puesto que se ha asumido por parte de muchos que la independencia no es posible) el secesionismo alcance el 50% de los votos en las próximas elecciones autonómicas catalanas. Ahora bien, Magre también reconoció que la aparición de candidatos especialmente atractivos podría alterar el resultado. El profesor Magre afirmó que sólo el tiempo permitirá que Cataluña vuelva a tener un sistema político parecido al del pasado. De momento, la dinámica electoral sigue siendo de bloques con apenas trasvase entre ellos.
El profesor Víctor Pérez-Díaz inició su reflexión con una llamada a la humildad y al escepticismo, a no caer en determinismos. Sentimientos que hoy parecen incompatibles han convivido durante mucho tiempo. No podemos renunciar a que vuelvan a coexistir en cierta armonía. Hay una inmensa mayoría de españoles que piensan que la separación de Cataluña sería un fracaso histórico, pues su pertenencia a España se ve como parte del orden natural de las cosas. Será necesario que los partidarios y contrarios a la independencia lleguen a una suerte de pacto o conversación cívica que les comprometa a evitar gestos y palabras de desprecio a los símbolos y sentimientos de los adversarios. Para ello es imprescindible rebajar el dramatismo en política y pensar en el largo plazo, generando un clima de concordia y lealtad. Pérez-Díaz insistió en que no basta el mero paso de tiempo para resolver la actual situación enquistada, sino que las élites, como también la sociedad civil, deben introducir elementos de civilidad en la vida pública. Aceptar apesadumbradamente la conllevancia, el paradigma Ortega-Cambó, no es lo ideal y dice poco de nuestra exigencia cívica y mucho de nuestra pequeñez.
En el turno de preguntas el profesor Magre defendió la proporcionalidad del sistema electoral catalán al que, a menudo, se acusa de distorsionar los resultados electorales. Magre explicó que no es la ley electoral, sino la diferente implantación territorial de los partidos políticos catalanes lo que provoca estos resultados que benefician particularmente a un partido. Magre también afirmó que si el PSC no intenta romper los dos bloques electorales acercándose a un electorado más catalanista no podrá volver a ser un partido de gobierno en Cataluña.
De la conversación mantenida entre los ponentes y el público se concluyó que la mayoría de los ciudadanos rechazamos la violencia en los discursos y debemos sentirnos llamados a más encuentros con los que tenemos al lado. No debemos resignarnos a una Cataluña dividida en dos y a una España que mire con desánimo, o incluso desdén, lo que ocurre en esta parte del país.
NÚRIA GONZÁLEZ CAMPAÑÁ, Investigadora postdoctoral de Derecho Constitucional en la Universidad de Barcelona, miembro de la Junta del Club Tocqueville.
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