Ed. Marcial Pons, 214 pp. (2019)
En el año del centenario de la República de Weimar proliferan las obras sobre el significado histórico de la primera República alemana y de su innovadora Constitución, así como las reediciones de sus juristas más destacados. Abundan igualmente en el debate público las comparaciones, no pocas veces exageradas, de dicho mundo político con el actual. En este contexto, el catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona José Esteve Pardo arroja luz sobre el pensamiento jurídico público de los años veinte y treinta en la Europa continental, el entorno intelectual y cultural del que este bebió (la fenomenología, el psicoanálisis, la sociología) y las aportaciones de sus más destacados iuspublicistas, con los alemanes a la cabeza. El libro ofrece dos planos de análisis que se entrelazan: el primero, el de las trayectorias de los “mandarines” de las prestigiosas universidades alemanas (Triepel, Schmitt, Smend…) y su desconfianza frente a parlamentos cada vez más dominados por la lógica de partidos e ideologías contrapuestas. Y el segundo, las aportaciones de dichos juristas para limitar la omnipotencia parlamentaria y buscarle contrapesos dentro del Estado como las potestades de la Administración, la garantía de instituciones social y jurídicamente arraigadas y la justicia constitucional. El antiparlamentarismo de aquella época fue muchas veces antiliberal en el continente. En el mundo anglosajón, y en el europeo continental tras la II Guerra Mundial, el aseguramiento en las constituciones de pesos y contrapesos al poder del Parlamento mediante los jueces ordinarios, los Tribunales constitucionales y las autoridades independientes contribuyen a la consolidación de la democracia liberal, que en nuestros días sufre los embates de los diferentes grupos populistas o nostálgicos del poder total del pueblo o de las mayorías parlamentarias. Josep Mª Castellà
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