Ed. Universidad de Valencia, 112 pp. (2019)
En este breve ensayo el intelectual búlgaro Ivan Krastev reflexiona sobre el futuro de la Unión Europea y los riesgos que la acechan, en especial el auge del populismo o lo que él llama la revuelta contra el pluralismo. Aunque cree que la desintegración es posible (frecuentemente el colapso de los sistemas políticos no obedece a lógicas e intereses sopesados, sino que es producto de una concatenación de hechos, algunos inesperados), también piensa que no hay motivos para la desesperanza puesto que la historia no está escrita.
Sin embargo, más allá de estas reflexiones, creo que lo que más puede llamar la atención al lector español son sus explicaciones sobre las actitudes políticas en Europa central y del Este, en especial respecto a la inmigración y la diversidad. Buen conocedor de sus sociedades, nos acerca al votante húngaro, checo o polaco de partidos considerados populistas. Gracias a Krastev podemos entender (aunque no los compartamos) los miedos y ansiedades de personas que ven cómo su mundo se desmorona. Muchos de estos países nacen precisamente a partir de las ruinas de un imperio multi-nacional, el Imperio Austrohúngaro, y el retorno a la diversidad étnica es para muchos de ellos el retorno a la desestabilización. Krastev no desprecia sus sentimientos. En la misma línea que David Goodhart (The Road to Somewhere, 2017) intenta hacerle entender a las élites liberales que su miopía es también parte del problema. Núria González
0 comentarios