Ed. Página Indómita, 288 pp. (2021)
El liberalismo vive hoy una nueva oportunidad. Después del optimismo de los años noventa del siglo pasado, parecía que la ideología liberal había quedado obsoleta e incapaz de responder a las nuevas realidades políticas. El globalismo, el economicismo, la burocracia y un institucionalismo gris se identificaban con un liberalismo rancio y estrecho que empezaba a ser cuestionado desde posturas de extrema izquierda y extrema derecha. La crítica de unos y otros tiene en común una base comunitarista que se construye desde la hipótesis de que solo puede haber comunidad política si hay una identidad de creencias. El valor del ensayo de John Gray es que refuerza una tendencia liberal frecuentemente olvidada y que, no obstante, es la más importante: “el liberalismo no es una reivindicación partidista de la autoridad universal de una moral determinada, sino la búsqueda de los términos de coexistencia de diferentes morales”. El liberalismo, ayer, hoy y mañana, recuerda Gray, ha de construirse desde la creencia de que no hay un único modo de vida deseable, y que la diversidad de modos de vida y de formas políticas es un signo de la libertad humana. Armando Zerolo
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