Ed. Península, 360 pp. (2020)
El auge de los populismos es común a gran parte de las democracias liberales durante los últimos años. No han sido pocos los politólogos que se han acercado con más prejuicios que análisis riguroso a este fenómeno. No es el caso de Roger Eatwell y Matthew Goodwin. Estos dos profesores de Ciencias Políticas analizan y explican los motivos y las ideas de los votantes de los partidos populistas sin caer en los tópicos habituales -pobreza, ignorancia, fascismo-.
Nacionalpopulismo se articula en torno a la descripción de cuatro transformaciones sociales profundas: 1) la desconfianza hacia la política y la sensación de no tener voz en el debate nacional, 2) la destrucción de las comunidades y de los modos de vida establecidos, 3) la privación relativa y las bajas expectativas en el futuro económico y 4) el desalineamiento, es decir, el debilitamiento de los lazos con los partidos tradicionales. Para estos autores la crisis económica exacerba unas diferencias culturales y económicas que ya existían desde hacía tiempo y que no habían sido adecuadamente atendidas. Finalmente, el libro introduce un sugerente concepto, el pospopulismo: “el comienzo de una nueva era en la que las personas podrán evaluar si votar a los populistas o no hacerlo ha supuesto un cambio tangible en sus vidas, e incluso si les importa”. Su predicción es que el auténtico vencedor podría ser un “nacionalpopulismo ligero”. Juan Milián
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