Ed. Ariel, 208 pp. (2020)
La publicación de este libro prácticamente ha coincidido en el tiempo con el clímax en la sucesión de escándalos sentimentales y financieros que en los últimos años han salpicado directa o indirectamente a la más alta magistratura del Estado. Y con el intento —el más descarado desde la Transición— de amplios sectores de la izquierda y del independentismo de acabar con la monarquía. Por ello, y quizás por haberlo publicado un periodista catalán (Premio Nacional de Periodismo Cultural 2020), la obra tiene algo de la épica del que nada contracorriente.
La defensa de la monarquía que el autor reivindica no gira sólo —ni quizás principalmente— sobre un argumentario frío y teórico por el que cabe sostener que la jefatura del Estado descansa mejor sobre los hombros de alguien que la ha heredado que sobre los de alguien que ha sido elegido para ello. Por el contrario, Vila-Sanjuán propone un recorrido histórico y familiar, de la mano de su abuelo y de su padre, a lo largo de los reinados de Alfonso XIII, Juan Carlos I y Felipe VI, sin olvidar en absoluto la figura de Don Juan de Borbón (o Juan III). Y todo ello sin dejar de lado las razones objetivas ni el valor de la institución más allá del grado de simpatía que haya podido suscitar la persona que la haya encarnado en cada momento.
Es ésta, quizás, la defensa más eficaz de la Corona, que durante tanto tiempo, y muy especialmente desde 1975, ha sido el símbolo visible y el catalizador de la unidad, la concordia y la permanencia del proyecto común más allá de los vaivenes políticos. Arnau Guasch
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